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Viñeta de 'La mano del diablo' |
Brais Rodríguez (Brión, A Coruña, 1980) estudió Bellas Artes en Pontevedra, donde coincidió con otros dibujantes de cómic como Diego Blanco, Roque Romero, Miguel Porto, Jano, Bernal Prieto o Alberto Vázquez. Junto a ellos y otros dibujantes gallegos, comenzó a colaborar en fanzines y entró a formar parte del colectivo Polaqia. Sus tebeos han sido publicados en una larga lista de fanzines y revistas, entre los que destacaremos Barsowia, Fanzine Enfermo, Argh!, Dos Veces Breve, Usted está aquí, entre otros. También se pueden encontrar algunos de sus historietas en las antologías Barsowia en llamas (Dolmen, recopilatorio de material de Barsowia) o Enfermo (Astiberri, recopilación integral de Fanzine Enfermo). En 2011 publica La mano del diablo, su primera obra larga.
LA MANO DEL DIABLO
La mano del diablo fue la obra ganadora del Premio Castelao de Cómics 2010, concedido por la Diputación de A Coruña, y se publicó en agosto de 2011 simultáneamente en castellano por Astiberri (en formato 72 pgs b/n, tapa blanda con solapas, tamaño 17x24 cm y 10,00 € de PVP) y en gallego por Demo Editorial (A man do diaño).
Descripción de Astiberri (ligeramente editada para Guía del Cómic): "Un grupo de tres soldados recorre el territorio asignado destruyendo pueblos y eliminando a los supervivientes hasta que uno de los miembros del grupo resulta herido en una emboscada. Obligados a buscar ayuda para su compañero, acaban encontrando refugio en la casa de unos campesinos que, en otras circunstancias, hubieran sido el blanco de sus acciones... En la esencia de La mano del diablo está un alegato contra la sinrazón de la guerra y la forma en la que ésta afecta al comportamiento de quienes participan en ella."
El cómic consta de 64 pgs de historieta propiamente. Páginas de cortesía, créditos y similares completan el libro, sin ningún extra (la edición gallega de Demo sí incluye un prólogo de David Rubín). Formalmente, llama la atención que el cómic usa una rejilla fija de 2x3 viñetas por páginas, que sólo rompe muy puntualmente, y la escasez de diálogos, con muchas viñetas contemplativas. Para hacerse una idea, basta comentar que un recuento rápido da como resultado que sólo alrededor de un 33% de las viñetas tienen diálogos, siendo el resto totalmente mudas o como mucho con la presencia de onomatopeyas.
GALERIA Dos páginas de La mano del diablo facilitadas por la editorial (los tres soldados protagoanistas haciendo su "trabajo") y portada de la edición en español y gallego.
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